William MacDonald
William MacDonald (7 enero 1917 hasta 25 diciembre 2007) fue Presidente de Emmaus Bible College, profesor, Plymouth Brethren teólogo y un prolífico autor de más de 84 libros publicados.
MacDonald se negó a aceptar regalías por sus libros, pero estableció un fondo para traducir sus Comentario de la Biblia a los idiomas extranjeros.
«El fruto del Espíritu no puede ser producido cuando todo es luz del sol; ha de haber lluvia y nubes negras».
Autor: William MacDonald
«Dios pudo haberle dado la espalda a la raza humana. Pudo haberla pulverizado en un holocausto nuclear. No hubiese quedado nadie vivo para acusarlo de una injusticia. Pero, en vez de eso, decidió poblar el cielo con aquéllos que escupieron su rosto y lo clavaron en la cruz».
Autor: William MacDonald
«Es cuando somos conscientes de nuestra propia debilidad e insignificancia que más dependemos del poder de Dios».
Autor: William MacDonald
«Todo lo que este mundo ofrece no son más que pozos negros y cisternas rotas, mientras que lo que Dios ofrece es fuente de vida».
Autor: William Macdonald
«El conocimiento no debe ser un fin en sí mismo, sino un medio para glorificar a Dios».
Autor: William MacDonald
«Es posible tener un considerable conocimiento de nuestro Señor Jesucristo y sin embargo estar sin fruto en este conocimiento. Dejar de practicar lo que conocemos lleva inevitablemente a la esterilidad.»
Autor: William MacDonald
«No exijas la perfección en otros cuando no puedes exhibirla en tu propia persona.»
Autor: William MacDonald
«Una de las funciones del vestido es ocultar la desnudez de la persona. Al menos, así era al principio. Pero en la actualidad el vestido parece diseñado para revelar áreas cada vez mayores de la anatomía.»
Autor: William MacDonald
«Todos los creyentes son llamados a representar los intereses de Cristo aquí en la tierra.»
Autor: William MacDonald
«No es difícil hacer que un niño o un árbol crezcan rectos si los enderezas cuando son bien jóvenes, pero querer enderezarlos después de haber consentido cosas es tarea difícil.»
Autor: William MacDonald