«El llanto puede durar una noche, pero el gozo aparece a la mañana siguiente.»
Autor: Horatius Bonar
Nace el 19 de diciembre en Old Brouhton (Edimburgo, Escocia), de todo un linaje de ministros del Evangelio. Tanto él como su hermano menor, Andrew, continuaron la tradición familiar.
Recibió su educación en la High School de Edimburgo, y después en la universidad de la misma ciudad. En ella tuvo por profesor a Thomas Chalmers (1780-1847), un hombre de grandes dones y de verdadera piedad, que tuvo una buenísima influencia sobre no pocos jóvenes aspirantes al ministerio sagrado. R.M. McCheyne (v.) fue uno de sus compañeros de estudio. No sabemos cuando llegó a tener conocimiento de su salvación, sólo que recibido a la comunión de su iglesia en Glenorchy en enero de 1830, a la edad de 21 años.
Es conocido como “el príncipe de los himnólogos escoceses.” Compuso unos seiscientos himnos y poemas sagrados. De los más ricos y los más populares son: “Oí la voz del Salvador”, “Aquí tu rostro puedo ver, Señor”, y “Bendito nuestro Dios” (todos traducidos al castellano). El gran énfasis en casi todos sus himnos era la perfección de la obra de expiación realizada por Cristo. Su tono es popular, debido al interés que tenía por ver a los niños participando en los cultos de la Iglesia, manifestado desde el principio de su ministerio pastoral.