«Un ministro del evangelio que no dedique dos horas diarias a la oración no vale un céntimo, sean cualesquiera los títulos que posea.»
Autor: Leonard Ravenhill
«Un ministro del evangelio que no dedique dos horas diarias a la oración no vale un céntimo, sean cualesquiera los títulos que posea.»
Autor: Leonard Ravenhill