El 8 de diciembre de 1957:
Harold John Ockenga predicó un sermón trascendental en la iglesia Park Street de Boston, articulando los principios del «nuevo evangelicalismo». Este movimiento enfatizó la inerrancia bíblica, una proclamación positiva del evangelio y el compromiso social. Ockenga también fue cofundador de seminarios clave como Fuller y Gordon-Conwell, dejando un legado profundo en la iglesia evangélica.