«No tenemos que estar decretando ni declarando, ni mucho menos sentirnos mal si luego de orar las cosas no salen como pedimos. Debemos descansar en que nuestras vidas están en las manos de un Dios poderoso, sabio, bueno y soberano, que está obrando sus propósitos eternos en nuestras vidas».
Autor: Gerson Morey