“La prueba del evangelio es la gracia. Si el mensaje excluye la gracia, o mezcla la ley con la gracia como medios de justificación o santificación, el tal es ‘otro’ evangelio, y el predicador es un maldito.”
“El poder de San Pablo no me atrevo a pedir, la fe de San Pedro tampoco, pero la gracia que mostraste al ladrón crucificado a tu lado, esa gracia te pido, oh Señor”.
“No soy lo que debo ser, no soy lo que quiero ser, no soy lo que espero ser en el más allá; pero aún así no soy lo que era, y por la gracia de Dios soy lo que soy”.
“La gracia del Evangelio es cara porque a Dios le costó su propio Hijo y porque al cristiano le cuesta la vida entera, entregada en sacrificio vivo a su Señor.”