«Si lloráramos en la cámara de oración tan devotamente como lo hacen los judíos en la Muralla de las Lamentaciones de Jerusalén, estaríamos gozando de un irresistible despertamiento purificador.»
«Una Reforma es un movimiento de Dios en los corazones y pensamientos de las personas que le reconocen no solo como Salvador sino también como Señor, y que le sirven.»