18 de febrero de 1546:
Fallece a las 2:45 de la madrugada Martín Lutero en Eisleben, la ciudad donde había nacido. Fue sepultado en la Iglesia del Palacio de Wittenberg, cerca del púlpito desde el cual proclamó sus enseñanzas y desempeñó un papel decisivo en la Reforma Protestante. Su vida y obra marcaron un punto de inflexión en la historia del cristianismo, al afirmar la autoridad de las Escrituras y la justificación por la fe, dejando un legado teológico y eclesiástico de alcance perdurable.


