«Aquellos que se apartan nunca han estado plenamente empapados con el conocimiento de Cristo, sino que sólo han gustado superficial y transitoriamente de éste».
«No debemos preguntarnos ‘¿Que le ha pasado al mundo?’, porque ese diagnóstico ya ha sido dado; mas bien, debemos preguntarnos ‘¿Que le ha pasado a la sal y a la luz del mundo?’”